Claves para superar la entrevista personal (1ª parte)

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No existen recetas milagrosas ni trucos para superar con éxito la entrevista de trabajo. Lo mejor que puedes hacer es prepararte bien, conocer tus capacidades y tus cualidades y, como no, ser consciente de tus debilidades. Anticipar las preguntas que te harán los entrevistadores, además, puede ayudarte a ir mejor preparado a la entrevista laboral. La mayoría de lo entrevistadores suelen hacer las mismas preguntas a todos los candidatos y suelen haber algunas preguntas que se repiten entre unos procesos de selección y otros.

Diez de los principales consejos que puedes seguir para que una entrevista sea positiva son:

Mostrar los puntos fuertes:

Eso sí, con naturalidad, sin pasarse, no olvidar que hay que demostrarlo en los documentos aportados y que los comprobarán. Si tienes primero de derecho, eso no le interesa a nadie, si te faltan dos asignaturas para terminar medicina ¡acábalas cuanto antes! No sería el primer currículum que he leído en el que me han aportado un certificado de buena conducta de la guardería infantil; como anécdota está muy bien, aunque le quita interés y relevancia. Debemos centrarnos en los méritos relacionados con el trabajo objeto de la entrevista.

Hablar despertando interés en nuestros interlocutores, con cierta persuasión pero sobre todo con convencimiento. Para ello es indispensable conocernos y conocer nuestros puntos fuertes.

Lenguaje positivo:

No utilizar muletillas, palabras argot, sustituir los “peros” por un “además”. Si nos piden informática e Inglés, y decimos “pero es que el inglés…” estamos perdidos; en cambio un “además podría incorporar conocimientos de inglés” daría un sentido totalmente distinto.

Demostrar  confianza personal:

En los gestos, en nuestra forma de hablar. Hagámoslo con confianza en nosotros mismos: ellos también están interesados en nosotros. Atención a la mirada constante, la palabra precisa y rebuscada y a la sonrisa perfecta, naturalidad ante todo. Mirada 2/3 del tiempo, descansar de vez en cuando; sonrisa la que nos salga de forma espontánea; palabra la que conozcamos con certeza y defina mejor lo que queremos expresar. El mejor lenguaje es el directo, el sencillo.

No hablar mal de terceros:

Si lo hacemos perdemos toda nuestra credibilidad. Jamás debemos criticar a un compañero de trabajo, sobre todo en una entrevista, aunque nos lo pongan a tiro, puede ser una trampa y, además, la nobleza no está nunca de más. Así que tened discreción en las situaciones delicadas.

Versatilidad, flexibilidad y adaptabilidad:

Es el sueño de todo empresario, tener empleados versátiles, flexibles y adaptables a cualquier puesto de trabajo; bien, mostrémosles esas cualidades, enseñemos nuestra actitud abierta y positiva ante nuevas situaciones. No me equivoco si aseguro que esto no debe confundirse con el peloteo, la sumisión, el gregarismo y el arrastre de barriga por el suelo del despacho, eso nos haría quedar fatal, a nadie le interesa un pelota hoy en día y si encontráis a alguien así, no os interesa a vosotros.

Conocer el entorno:

Esto lo hacen hasta los militares: el conocimiento del terreno, de los movimientos, de los objetivos de la empresa, lo que buscan de nosotros. No dejemos nada para la improvisación, hay que preparar la entrevista con tiempo, llegaremos con tiempo, pero no antes que los trabajadores de la limpieza. Debemos camuflarnos utilizando la ropa adecuada en función de lo que veamos allí, no llamar la atención vistiendo una ropa inusual en nosotros, no vamos de boda, pero tampoco vamos de pesca.

Utilizar palabras con seguridad y afirmar con ideas creativas:

Ya sabéis: reto, experiencia, futuro, confianza, colaboración, eficacia, proyecto, garantía, responsabilidad, metas, objetivos…. palabras que deben estar integradas en vuestro pensamiento, no gastarlas y, sobre todo, que sean sinceras, que formen parte de vuestra manera de ser.

Saber escuchar:

Atender a todas las preguntas que nos hagan, escuchar activamente.

Concretar y resolver todos los aspectos:

Jamás se os ocurra responder divagando, tratar de concretar al máximo, resumir.

Naturalidad:

Si hacemos poses ensayadas, nos descubrirán y, a no ser que el trabajo sea en el cine o el teatro, no nos ayudará mucho. Tampoco pecar de exceso de confianza ni en nosotros mismos ni, nunca, en el entrevistador.

Elena Viana

Profesora de FOL

www.rodrigogiorgeta.com