Educación y COVID19
“En China se está propagando una nueva enfermedad: el coronavirus.” Esto es lo que empezamos a escuchar el pasado mes de diciembre. Sonaba a lejano, muy lejano, y siendo sinceros, creo que nadie sospechaba entonces, que esa enfermedad tan remota nos iba a dejar sin fallas, sin semana santa, sin comuniones y nos iba a obligar a vivir confinados (que no confitados)… Esta crisis, nos ha hecho comprender lo que significa vivir en un mundo globalizado.
Apenas tres meses después ya teníamos al virus a las puertas de nuestras casas, e incluso en algunos casos dentro. Como sociedad nos enfrentamos a un gran reto, teníamos que cambiar nuestra forma de vida. Nosotros y nosotras, que somos mediterráneos, y por tanto sociales por naturaleza, nos tuvimos que aislar en nuestras casas e incluso abstenernos de abrazar o besar a nuestros seres queridos. Empezamos a asistir atónitos al incremento diario del número de fallecidos e infectados por COVID en nuestro país, y aunque para animarnos salíamos a cantar “el resistiré” todas las tardes, sabíamos que el COVID estaba dejando muchos dramas humanos y posiblemente iba a dejar secuelas económicas difíciles de superar.
Con el estado de alarma y el confinamiento, sacamos lo mejor de cada uno de nosotros y nosotras; dicen que algo parecido suele pasar en tiempos de guerra, donde cada ciudadano parece dejar de lado sus preocupaciones particulares en pos del bien común. Ahora, vemos que la sociedad está en peligro y nos estamos movilizando para ayudar, porque sabemos que “sin sociedad” no somos nada. ¿Pero qué pasará cuando todo pase? ¿Qué creen que pasará cuando todo vuelva a la normalidad? ¿Habrá servido el coronavirus para mantenernos unidos y fuertes? Esperamos y deseamos que sí; que esta experiencia sirva para que dejemos de preocuparnos de nuestras particularidades, poniendo el bien común como objetivo prioritario. El coronavirus, aunque negativo, nos es común a todos y a todas y por eso nos ha unido; cuando pase dejemos que sean cosas positivas las que nos unan.
En esta crisis cada ciudadano o colectividad ha intentado ayudar en lo que ha podido; unos haciendo batas y mascarillas, otros desempeñando de la mejor forma posible aquellas profesiones consideradas esenciales… Esta institución también ha sido sensible a esa necesidad de buscar el bien común de la sociedad, por eso (entre otras muchas cosas) nuestro alumnado de APSD, dentro del módulo de Atención Higiénica, han realizado un protocolo que explica de forma concisa cómo colocarse y quitarse correctamente los “famosos” EPI (Equipo de protección individual). Queda a la disposición de todo aquel que lo quiera consultar.
Nos despedimos deseando que este curso escolar sea el más raro que vivamos en nuestra vida, y que los venideros estén marcados por la normalidad; esa normalidad que a veces puede resultar tediosa, pero que este año tanto estamos echando de menos.
