Con la llegada de la primavera y el verano apetece salir al aire libre y disfrutar de lo que nuestro entorno nos ofrece. Unir esto al aprendizaje es sencillo porque se puede aprender de casi cualquier situación si planificamos y secuenciamos bien nuestros propósitos.
Según el autor que leamos el aprendizaje de los niños se produce a través de diversas vías. De todas ellas hay dos, la observación y la experiencia, con las que coinciden la mayoría.
Dicho lo cual, ¿qué deben observar y experimentar los niños/as para que el aprendizaje se produzca de manera satisfactoria y acorde a los parámetros establecidos? Independientemente de la naturaleza de cada niño/a, y por ende de sus capacidades, ellos/as deben disfrutar del máximo de experiencias vividas en su diversidad y es en eso en lo que se debe trabajar, en ofrecerles las máximas oportunidades posibles para hacer posible su aprendizaje. El niño aprende el mundo desde su propia observación y a través de sus propias experiencias, y será así como se hace significativo el aprendizaje y se integran con el resto de conocimientos que ya posee de forma global.
Las salidas y visitas educativas son un valioso recurso como medio de enseñanza por muy diversos motivos, entre otros destacaríamos:
- El desarrollo de valores, tanto intelectuales (adquisición de nuevos conocimientos en primera persona y recabando datos, extrayendo hipótesis en vivo, agudizando la observación…), como sociales (urbanidad, convivencia, respeto y valor hacia el medio…).
- La integración y unión en el grupo y del grupo; al verse en otro contexto completamente diferente al escolar, mucho más distendido, donde hacen juntos todo (desde el viaje hasta la comida) hace que s e estrechen lazos y se aprenda a ver a los compañeros (y a los profes) en su faceta más real.
- El conocimiento del medio urbano y del medio natural y de lugares nuevos para ellos.
- El reconocimiento del aprendizaje fuera de las cuatro paredes de la clase.
Vistas desde el plano más pedagógico, las salidas suelen engloban múltiples y diferentes contenidos de las programaciones didácticas que se elaboran con el fin de conseguir que los niños/as aprendan y aprehendan. En una sola salida bien programada nos acercaremos a alcanzar al mismo tiempo:
- Distintos objetivos de un área concreta.
- Objetivos de más de un área.
Y por último, no hay que olvidarse de la importancia que tienen las excursiones a la hora de trabajar los contenidos trasversales, aquellos que no están reflejados de manera concreta en ninguna de las áreas curriculares y que sin embargo atraviesan todo el currículo y la práctica educativa y por ello son importantísimos.
Como educadores nunca podemos olvidar este valioso mundo en el que vivimos y en el que hay que aprender a vivir de manera natural y autosuficiente. Qué mejor que conocerlo y acercarles a él desde pequeños para hacerles el viaje más feliz.